Palabra en el viento

Desde aquel estimulante La sangre en llamas (1979), Hasta el reciente y sugestivo Plumas de Afrodita (2004), pasando por el lúcido y entrañable José María Arguedas, del pensamiento dialéctico al pensamiento trágico. Historia de una utopía (1989) y otros textos memorables, Roland Forgues ha elaborado un discurso que no sólo es una prueba de amor a Nuestra América: es la desbordante escritura de una pasión insobornable.

Distinguido en diversas universidades que han reconocido los méritos académicos de sus innumerables trabajos, difundido por prestigiosas editoriales y favorecido por una legión de lectores siempre atentos a su aportes invalorables, Roland Forgues, con sabiduría temprana, y con paciencia y tenacidad admirables, ha sabido diseñar una metodología interdisciplinaria que se ajusta a los requerimientos de una realidad incandescente como es América latina. En cada uno de sus trabajos, Forgues entreteje, con pericia envidiable, la historia, la antropología, el psicoanálisis, el ir y venir de las ideas y las confrontaciones políticas en las que aún se debate nuestro continente, con las teorías literarias más solventes hoy en día.

Con la maestría de los inolvidables americanistas, Roland Forgues dialoga, a vena abierta y con la imaginación que es menester en algunos casos, con la complejísima cultura latinoamericana. Asume el desafío que, acaso por desamor, algunos eluden escandalosamente. Y en este diálogo la literatura no guarda silencio. La literatura tiene mucho qué decir, testimoniar, recrear, intuir, presagiar. Y este diálogo inteligente, tolerante y transparente es una suerte de viento fresco, liberador de viejos fantasmas que nos acosan desde siempre.

Palabra en el viento de Roland Forgues ratifica la impresión que siempre tuvimos de la literatura latinoamericana: es un discurso que privilegia la riquísima diversidad cultural, es un llamado a la vigencia de los más elementales derechos humanos y un canto inagotable donde la realidad y la fantasía constituyen el perfil singular de nuestros pueblos en el marco de la globalización contemporánea. Nuestra literatura, parece decirnos Forgues, es un discurso ético con vocación libertaria.

Quien lea Palabra en el viento de Roland Forgues tendrá la certeza que de no existir América Latina estaríamos en la obligación de inventarla, para reconciliarnos con la especie humana.