Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Cierre los ojos por un momento y piense en Túnez... Los embriagadores aromas de las especias, el folclore de una capital generosa, el descanso sobre la cálida arena, los misterios de un desierto desconocido, los dedos calientes por el té de menta o pegajosos por suculentos pasteles, y pasarse las horas regateando y sonriendo con los vendedoresdel zoco. No hay ninguna duda de que tantas maravillas han convertido rápidamente el país en un destino de fantasía.Sus guías aparecen en todos nuestros quioscos, ya que Túnez se ha convertido en un templo del turismo, pero su imagen a veces le juega malas pasadas. ¿Un paraíso desnaturalizado? Ni mucho menos. Este destino tiene muchos otros tesoros que ofrecer y quien se lance a explorarlo descubrirá que la imagen de postal y los tópicos que tan a menudo se aferran a él no son reales. Los habitantes de este país, tan tranquilos y orgullosos como el propio paisaje, han sabido conservar lo que la historia les ha dado: un rico patrimonio compuesto por una tierra de contrastes, impregnada de islam e influenciada por Occidente, donde tradición y modernidad se desafían y se aceptan al mismo tiempo. Se sentirá como un niño mimado tomando cócteles fríos junto a la piscina o en la playa, paseando por el desierto a sus anchas, disfrutando de tratamientos de talasoterapia y disfrutando del aroma de los jazmines y buganvillas en plena floración. Pero no olvide que bajo los cimientos de los monstruos de hormigón que son los complejos hoteleros, se esconden tesoros inexplorados y otro cóctel que saborear tan cálido como las cenizas de Elyssa. Este es el Túnez que descubrirá durante su viaje: auténtico, acogedor y lleno de misterios y de pueblos vírgenes.