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se levanta en el monte Naranco que domina la ciudad de Oviedo, a pocos metros de Santa María. Fue consagrada por Ramiro I y su esposa Paterna en el año 848, según la inscripción del ara que se conserva actualmente en el palacio del Naranco. La iglesia nos ha llegado conservada parcialmente puesto que, ya en la Edad Media, las dos terceras partes del edifi cio se hundieron por las malas condiciones del terreno, con lo que su estructura original se encuentra alterada. Su planta primitiva era basilical de tres naves, propia de las iglesias asturianas, cubiertas con bóveda de cañón en la mejor factura constructiva ramirense y con disposición del ámbito de arquerías apoyado en columnas (en sustitución del tradicional pilar asturiano) con una cabecera tripartita orientada al este y hoy destruida y un cuerpo de entrada con vestíbulo sobre el que se sitúa la tribuna regia abovedada. Su fachada occidental, según Schlunk, representa la primera fachada monumental de una iglesia española. Entre las peculiaridades de esta iglesia destaca la aparición, por primera vez en la pintura mural del arte asturiano, de la fi gura humana en un fresco, aunque estos se hallan en un avanzado estado de deterioro.