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La gran obra con la que María Zambrano inicia el camino hacia la razón poética.«Hoy, poesía y pensamiento se nos aparecen como dos formas insuficientes; y se nos antojan dos mitades del hombre: el filósofo y el poeta. No se encuentra el hombre entero en la filosofía; no se encuentra la totalidad de lo humano en la poesía. En la poesía encontramos directamente al hombre concreto, individual. En la filosofía al hombre en su historia universal, en su querer ser. La poesía es encuentro, don, hallazgo por la gracia. La filosofía búsqueda, requerimiento guiado por un método.»Los primeros destellos del pensamiento original de María Zambrano se revelan en esta obra fundamental, escrita al inicio de su largo exilio. En ella explora la escisión primigenia entre dos formas de la palabra, la filosofía y la poesía, que han transitado caminos divergentes en la cultura occidental, y examina esta dualidad como categoría esencial del pensamiento: el logos que busca y la palabra que encuentra, la razón metódica y el hallazgo por la gracia. Razón que anhela certezas y seguridades en su ascenso hacia la verdad y poesía que se entrega a la multiplicidad del mundo, abrazando la dispersión amorosa de lo real. Zambrano transforma esta dicotomía en manantial de un nuevo pensar que, nutriéndose de ambas tradiciones, apunta hacia una razón poética que recupere la integridad perdida del ser humano.