Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Andrés y Florinda inician una historia de amor oculta,ámientras juegan a llamarse Ariadna y Teseo. Pasadosálos años, la pasión entre los dos amantes se va enfriandoáhasta conducir la relación a un punto muerto. Pero unádía, durante un viaje de Andrés, Florinda recibe unaávisita que trastoca su existencia y le hace abandonar suácasa, el lugar de su amor secreto, sin dar ningún tipoáde explicación.Cuando él regresa, se encuentra con una casa sináFlorinda, en la que no soporta vivir con su ausencia peroáde la que tampoco puede escapar, no consigue dejar deáesperarla. Y es que Florinda no lo ha soltado del todo,álo tiene prisionero con las cartas que le va dejandoácuando él no está. A través de esas cartas, los dosáamantes iniciarán un proceso en el que se enfrentaránáa quiénes son, a su pasado, y descubrirán la verdaderaádimensión de su amor.«Cuando una autora acierta en el equilibrio entre lo queáse cuenta y lo que se calla, el resultado es excelente.»áLa Vanguardia«La hondura en la contemplación, la necesidad deácomprender a la persona objeto del relato y la delicadezaáde los gestos, los detalles, las miradas y los silenciosáacaban por inundar su escritura de una vivísimaásensibilidad.»áEl Mundoá