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En las primeras semanas de julio de 1936 terminaban en el Círculo de Bellas Artes las clases de pintura y escultura, así como el ciclo de conciertos. El estallido del golpe de Estado del 18 de julio provocó el cese de las demás actividades que aún tenían lugar en el Círculo. A los pocos días, un grupo de milicianos se presentó en sus salones e informó a los pocos trabajadores que permanecían en su puesto de la incautación del edificio por parte del Frente Popular. Así fue como los socios perdieron el control de la institución hasta el término de la Guerra Civil. Pero, ¿qué pasó en el Círculo de Bellas Artes durante esos años? Al hilo del relato del desarrollo de la contienda en Madrid, Fernando Cohnen reconstruye esos años fatídicos y nos revela el notable papel que desempeñó el emblemático edificio de Antonio Palacios durante el asedio de la ciudad. Además de ser la sede alternativa de la Casa del Pueblo, sus elegantes salas funcionaron como cuartel general de diversas organizaciones e instituciones ?como el Comité Popular de Abastecimientos o la Casa de Valencia, cuyos responsables contribuyeron a la evacuación de niños y mujeres de Madrid y a la coordinación de milicianos levantinos que acudieron a defender Madrid, o el Altavoz del Frente, órgano de propaganda del Partico Comunista? y su teatro vibró con las multitudinarias asambleas y conferencias que pronunciaron las personalidades más renombradas de la ciudad en guerra.