Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
«El Tantra dice: Acepta lo que eres. Eres un gran misterio y muchas energías multidimensionales. Acéptalo, y con cada energía muévete con profunda sensibilidad, con conciencia, con amor, con comprensión. ¡Muévete con ello! Entonces cada deseo se convierte en un vehículo para ir más allá. Entonces cada energía es una ayuda. Entonces este mundo es divino, este cuerpo se convierte en un templo, un templo sagrado, un lugar sagrado.» «El Tantra cree en tu bondad interna. El Tantra dice que todo el mundo nace bueno, que la bondad es tu naturaleza. ¡Ya eres bueno! Necesitas un crecimiento natural, no necesitas ninguna imposición externa; por eso considera que nada es malo. Si hay enfado, sexo, avaricia, el Tantra dice que esos estados también son buenos. Lo que ocurre es que no estás centrado en ti mismo. Por eso no puedes utilizarlos. Si estás presente ahí, dentro, la ira se convierte en una energía saludableà, se vuelve buena. Todo lo que hay es bueno. Todo es sagrado; nada es malo. Para el Tantra no existe el mal; sólo divina existencia. El Tantra dice que la transformación viene cuando aceptas tu ser total. Entonces, de repente, todo se alinea, todo toma su lugar. Entonces, sin intentar cortar nada de tu ser, éste se reordena. Si aceptas y dices sí, se produce un reordenamiento, y donde antes sólo había un clamor, ahora nace una melodía, una hermosa música.»