Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Cuando el almirante Colón regresó a la isla de La Española en 1493, al frente de diecisiete naos, se encontró el Fuerte Navidad, que apenas unos meses antes había dejado bien guarnecido, quemado, rodeado de cadáveres flotando y ningún superviviente. En el paraíso se había abierto una puerta al infierno. Tras este terrible arranque, comienza la historia de quienes hoy son historia del mundo: los Colón, el piloto Juan de la Cosa y su gran amigo el bravo capitán Ojeda, los Niños y los Pinzones, Ponce de León, Bartolomé de las Casas, Ovando, Núñez de Balboa y Vespucio, y también de los caciques Guacanagarí y Caonabo y de la bella y trágica Anacaona. De Cortés, de Pizarro y Alvarado, todavía esperando para partir y emprender las más grandes conquistas, y también de los grumetes Trifoncillo y Alonso, del locuaz tabernero Escabeche y de su mujer la india Triana, y hasta de los perros Becerrillo y Leoncico. Todos ellos en un mismo instante y lugar. Todos ellosen el mismo desembarco, espada en mano en la batalla o bebiendo vino de la misma jarra. La Española fue el principio de todo en América. El primer puerto de arribada y partida hacia la gloria y el oro; la primera ciudad, la primera calle empedrada porla que pasearon las damas y la virreina, y la primera catedral; la primera batalla,los primeros caballos y los primeros perros soldados; los primeros héroes, losprimeros rebeldes y los primeros enfrentamientos fratricidas, tan españoles; losprimeros criminales y los primeros defensores de los indios, y los primeros mestizosque marcarían el futuro y la seña de identidad de la América hispana.