Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Ladakh, región situada en la vertiente norte del Himalaya indio, posee un enorme atractivo para el viajero actual. A la belleza abrupta de sus inmensas montañas y valles se une la riqueza y originalidad de una cultura, la tibetana, conservada con una pureza difícil de hallar en el propio Tíbet central. La hospitalidad y simpatía de sus habitantes, todavía no contaminados por el turismo masivo, hacen del viaje una continua invitación al disfrute, al aprendizaje, a la reflexión. Marta Torres Santo Domingo nos lleva, con este libro, a una etapa más de su particular Ruta de la Seda. Con ella visitaremos Dharamsala y el sueño del exilio tibetano, cruzaremos la Gran Cordillera por el Rothang Pass con los moteros que hacen la «Manali-Leh Road» y nos dejaremos rodear por las cabras pashminas del altiplano tibetano. Llegaremos al valle del Indo, cuna del reino de Ladakh, y nos adentraremos en el misterio de sus monasterios budistas. Además, el valle de Nubra y sus dunas de arena dorada, los espectaculares mandalas de Alchi o el conflicto en Cachemira serán otros hitos del viaje. La autora va acompañada en su camino de monjes recitando mantras, moteros y camioneros, camellos bactrianos perdidos, nómadas pastoreando sus cabras, misioneros con una Biblia en las manos, viajeras extravagantes, artistas, militares, exploradores, espías y escritores que, juntos, constituyen un variado paisaje humano en un viaje que no acaba al cerrar las páginas del libro.