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La narrativa completa del principal exponente del modernismo español.
Francisco Villaespesa (1877-1936) es una de las figuras más notables del modernismo español. A los veinte años de edad se trasladó a Madrid para dedicarse al periodismo, y más tarde recorrió varias veces la América española como empresario teatral y recitador de sus poemas. Ferviente admirador de Rubén Darío, fue su mejor discípulo y el más fiel continuador de su estilo. Villaespesa gozó en vida de una popularidad inmensa, y su fecundidad como poeta fue asombrosa; de esa vasta producción sobresalen un centenar de poemas de auténtica maestría y belleza.
En su narrativa Villaespesa revisita lo que para él constituyen los hitos de la cultura desde la antigüedad hasta sus días, ocupando, como en el resto de su obra, un lugar muy destacado el Oriente musulmán y todo lo relativo a su cultura.
En este volumen se recogen todas las novelas cortas de este admirable autor, cuya figura merece a todas luces una urgente reivindicación. Lo encabeza El último Abderramán, ambientada en la ciudad nazarita de Granada, con la Alhambra como su epicentro de ficción; un bello canto a su pasado narrativo más querido y la importancia que desprende el monumento, tanto en el ámbito sociológico como en el cultural y artístico. Frente a tanta belleza, afloran los celos y la envidia del emir Muhamed II hacia el valeroso protagonista del relato, Abderramán. Al hilo de esa historia, Villaespesa desgrana la más completa y encendida alabanza de la vega y el cielo granadinos.