
James
Esa mujer tenía una manera de meterse bajo mi piel. Desde el momento en que nos conocimos, Trinity me provocaba. Con cada provocación, la deseaba más, pero ella me odiaba. Lo veía en sus muecas de desprecio, en cómo ponía los ojos en blanco y en sus miradas de asco cuando me llevaba a otra mujer a casa. No necesitaba saber que solo lo hacía para fastidiarla.
Nunca me pedía nada ni siquiera me reconocía la mayoría del tiempo. Hasta una noche. Me necesitaba. Y no había ningún otro lugar donde prefiriera estar que sosteniéndola entre mis brazos.
Excepto tal vez sosteniéndola entre mis brazos mientras gritaba mi nombre.
Trinity
La última persona de quien quería algo era el Oficial James Rucker. Si hubiera tenido cualquier otra opción, no lo habría llamado, pero no tenía alternativa. Necesitaba un policía.
Para mi sorpresa, vino. Me ayudó. Fue el tipo que todos los demás conocían en lugar del imbécil que siempre era conmigo.
No sabía qué hacer con eso. Era fácil mantenerlo en la caja donde lo había metido. Decirme a mí misma que no importaba lo sexy que fuera su sonrisa o lo fuerte que se contraían mis entrañas cuando se iba con otra mujer.
No. No. No. No iba a pensar en James de esa manera. No podía. Quería diversión en mi vida, y él era lo opuesto a eso.
No éramos compatibles. No éramos una opción. No importaba si él era el protagonista de mis sueños. O si llamaba a mi puerta...
We publiceren alleen reviews die voldoen aan de voorwaarden voor reviews. Bekijk onze voorwaarden voor reviews.