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Santini, un bigotudo escuálido de 29 años, vuelve por Navidad a Fuente Librilla, su pueblo de cabras a los pies de Sierra Espuña. Allí se celebra la fiesta de jubilación de su padre, Matías Martínez, el Ropasuelta, un malasombra autoritario con quien Santini lleva una década sin hablar. En la aldea, lo de siempre: la llorera fácil de su madre y la casa-tienda con el jamonero de El Pozo presidiendo el salón. Los mismos garrulos de guantazo rápido. Los viejos con su dominó y su Real Madrid TV y la jarana intergeneracional en El Callejón, el bar-pub-discoteca-after del lugar.Y a todo esto, el Ropasuelta tiene un tole tole: correr con su hijo la tradicional carrera popular del 4 de enero alrededor del pueblo. Él, que el chándal se lo ha puesto solo para hacer morcillas y matar corderos. Así, entre trotes, litros de cerveza y peste a purines, nuestro protagonista tratará de descubrir qué pasa cuando uno huye de su pueblo y vuelve sin haber encontrado gran cosa.Ropasuelta es la primera novela de Santos Martínez. Una brillante sátira que destroza los tópicos de la vida en el campo, manosea un buen puñado de masculinidades tóxicas y retrata con angustia y humor a una generación que, al borde de la treintena, solo ve suelo quemado.