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Sus dibujos y textos, los que presentamos en este volumen y que conforman la parte más importante y personal de su obra, representan por sí mismos toda una culminación: una pasión por el juego y un derroche de ingenio casi sin precedentes. En sus propias palabras: «sin apoyarme en otra convención que la de un deleite sin límite, y dando una calurosa acogida a la aparición de un absurdo completamente nuevo. El nonsense, puro y absoluto, se convirtió entonces en mi objetivo principal». Profundamente influyente en la poesía moderna, Lear encontró en el limerick "un vehículo a la vez poderoso y paradójico, que le conducía sin esfuerzo a la creación de una nueva arquitectura poética completamente emocional y vital en el más alto grado". Este volumen reúne los dos libros más conocidos de Edward Lear con más de doscientos limericks, siempre ilustrados, además de una veintena de rimas despatarrantes y una botánica que no tiene desperdicio. La presente edición ha sido traducida, al alimón, por Angel María Fernández y Elvira Valgañón, quienes no se han privado en ningún momento de jugar con unos textos que, a pesar de los años transcurridos desde su primera edición, no invitan a otra cosa.