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Si los críticos se equivocaron tanto con la música disco en los 70, ¿quién nos dice que hoy no se equivocan con Britney Spears? ¿Por qué el pop tiene que ser un placer inconfesable? ¿Por qué no dejarse llevar simplemente por el propio placer? A menos que te entusiasmen los himnos del supremacismo blanco, no tiene por qué avergonzarte de tus gustos.Tarareamos canciones que decimos detestar. Solo nos emocionamos cantando cuando nadie nos ve. Lloramos con baladas de las que nos hemos burlado antes. Mentimos sobre lo que nos gusta para que nos acepten. Y decimos que los demás tienen muy mal gusto.Considerado uno de los mejores ensayos estéticos sobre el gusto musical de la década, Música de mierda investiga el mal gusto y la sensiblería musical a partir de una contradicción: ¿por qué la persona que más discos vende es de la que más gente se ríe? Carl Wilson quiso hacer una investigación sobre el éxito de Céline Dion pero se descubrió escribiendo un ensayo maravilloso sobre el amor (a la música), el esnobismo como coraza y la capacidad de emoción en tiempos de cinismo.«Un ensayo profundo, provocador, que te obliga a preguntarte quién diablos eres realmente.» NICK HORNBY«Leyéndolo sentí que me acercaba un poco más al gran misterio de la música.» ALEX ROSS, autor de «El ruido eterno»