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Desde su participación en la documenta de Kassel en 1982 hasta la inauguración de la capilla de Sant Pere de la catedral de Mallorca en 2007, la obra artística de Miquel Barceló está asociada al éxito de crítica y a una enorme popularidad. Pese al unánime reconocimiento que su obra ha merecido, muchos aspectos de la misma -entre éstos, las razones que le llevaron a decantarse por la pintura figurativa, cómo articula su tendencia a la provocación con el estudio de la tradición clásica o el sentido y los vínculos que se establecen entre los motivos más recurrentes de sus obras- permanecían confusos a la espera de que una visión de conjunto los aclarara. Dore Ashton se ha propuesto dar respuesta a estas cuestiones clave a través de un análisis en perspectiva de la obra de Barceló, de su pasión por el experimento que le ha llevado a emprender numerosas y diversas aventuras artísticas, del furor y la vitalidad que imprime a sus creaciones, en un relato cronológico de una trayectoria que enlaza con los grandes maestros de la historia del arte. Además de un estudio cronológico, Ashton ofrece una visión panorámica de las constantes de su obra, entre ellas, el ansia de experimentación con estilos y materiales diversos. Como apunta el subtítulo del libro -primer verso de la Divina Comedia de Dante-, Barceló tiene mucho que decir todavía.