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Nazar vuelve a tener problemas por culpa de su hermana, que le ha ordenado que mienta y no diga que ha salido a pasear con un amigo. Pero la madre enseguida lo descubre y, tras intentar entrar en un agujero de alcantarilla donde la hermana y su amigo se han refugiado para evitarla, le dice a Malik que sea él quien lo haga. Siguiendo las alcantarillas, Meskerem y su amigo han llegado a una peluquería abandonada y son encerrados por una pareja de ancianos: Didi y Gogo, que se dedican a robar. Malik y su pulpo también llegan al mismo lugar y también son apresados por la pareja, que se hace ayudar por cinco nutrias. Otto, el pulpo, está muerto de miedo, pero cuando Malik se lo ordena, cumple lo que se le manda. Así, se escabullirá por el váter y conseguirá abrir la puerta para que salga su dueño, mientras que Meskerem también ha llamado a su tatuaje (un esqueleto de carnero) que aterrorizará a la pareja y a sus nutrias, pudiendo huir los tres chicos hacia la playa a través de las alcantarillas. Vuelta a casa y bronca de la madre, claro: Meskerem por no hacer lo que le toca y por obligar a su hermano a mentir, y Nazar por haberla secundado.