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Igual que a un osado trapecista, a Munir Hachemi también le gusta el «más difícil todavía» y ampliar cada vez más los límites de su literatura, algo que para sus lectores representa un reto siempre gozoso y estimulante. Esta colección de cuentos arranca con un texto en el que una joven trata de salir adelante en un mundo donde «se ha acabado la gente». Hachemi también sigue los pasos de una pareja que busca, incansable, el Sonido del Fin. Asiste a la monótona espera de alguien que pasa una estricta cuarentena encerrado en un lujoso hotel de algún punto del continente asiático y a las interacciones con sus semejantes. Sigue las pesquisas de un policía que, tras descubrir la literatura justo antes de jubilarse, empieza a aplicar una lógica diferente en su trabajo. Da cuenta de una apócrifa versión de Las mil y una noches traducida por Borges que sólo contiene la historia de un antiguo Imperio que basa su poder en su inmensa Biblioteca. Aun así, el texto más extraterrenal de todo el conjunto es el que se basa en el relato real de un antiguo trabajador de un CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) en el que simplemente cuenta lo que presenció.Con toques de alegoría política, apuntes visionarios y giros fantásticos y especulativos que no olvidan el puro placer del juego literario, Hachemi vuelve a demostrar en Lo que falta una inteligencia narrativa fuera de lo común que sorprenderá a quien se aventure en sus solitarias, a veces descarnadas, corpóreas y enigmáticas realidades.