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ôCuando hablo por primera vez con alguien sobre el tema de una «educac ión libre », es lo más común que enseguida surjan objeciones más o men os apasionadas sobre la «necesidad de límites». Pero las preguntas sob re este tema tampoco disminuyen cuando los padres o cuidadores se aven turan a dar sus propios pasos hacia un trato respetuoso con los niños. Más bien al contrario: En sinnúmero de situaciones nuevas y en cada n ueva etapa de desarrollo asoman también nuevas dudas e incertidumbres. Para nosotros ûadultos que a menudo hemos sido educados y restringido s por límitesû no es fácil comprender que en realidad los límites pued en tener la función de definir un espacio en el cual se puede actuar c on independencia y libertad y en el cual se pueda dar un verdadero des arrollo humano. Pero en la medida en que logramos hacer esta distinció n, nos damos cuenta de que los límites no definen el ser del otro, sin o ûpor el contrarioû sirven para mantener el entorno relajado, de mane ra que todos ûniños Rebeca Wild