Afhalen na 1 uur in een winkel met voorraad
Gratis thuislevering in België vanaf € 30
Ruim aanbod met 7 miljoen producten

Afhalen na 1 uur in een winkel met voorraad
Gratis thuislevering in België vanaf € 30
Ruim aanbod met 7 miljoen producten

Winkels

Verlanglijstje

Winkels

Verlanglijstje

Zoeken

Volg ons op

140 winkels

Wist je dat er in Vlaanderen voor iedereen een Standaard Boekhandel is binnen een straal van 7 km?

Vind hier een winkel

€ 16,95

+ 33 punten

Levering 1 à 4 weken

Eenvoudig bestellen

Veilig betalen

Gratis thuislevering vanaf € 30 (via bpost)

Gratis levering in je Standaard Boekhandel

Omschrijving

Una novela que recupera los elementos más notables de la narrativa de Carlos Fuentes: la visión negativa de la política mexicana, la idea de retorno incesante de las situaciones, el poder corruptor y el uso de símbolos. En el año 2020, en un México sin telecomunicaciones, se desata la lucha por la presidencia, es decir, por sentarse en la Silla del Águila y no abandonarla nunca. Esta situación da pie a una trama de conspiraciones relatadas por ministros que se ven obligados a comunicarse por escrito. En La Silla del Águila no hay lealtad que valga: por conseguir el poder, el padre es capaz de traicionar al hijo, la esposa al cónyuge, el secretario de estado al primer mandatario. Y todo puede pasar: crímenes de viejos caciques, espionaje de supuestos allegados, maniobras tétricas, extorsión sexual... E incluso, que reaparezca en la escena política un fallido candidato presidencial al que todos creyeron asesinado años atrás. «No escribas nunca, Nicolás. Un político no debe dejar huella de sus indiscreciones, que eliminan la confianza, ni de su talento, que alimenta la envidia.» Reseña:«Sobre todas estas cartas se extiende una visión crítica y desoladora de la política, del poder, que "da una sensación irremediable de impunidad", de la corrupción, un aceite que "lubrica el sistema", y de la vida pública en México, donde "todo pensamiento es un contrabando". Novela de lectura absolutamente recomendable.»Ricardo Senabre, El Cultural