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En 1934 André Malraux emprende, como enviado del periódico L'Intransigeant, un arriesgado viaje en busca de la misteriosa capital de la reina de Saba. Seducido por el reclamo de lo exótico y de los grandes mitos de la civilización oriental, decide rastrear en un avión de turismo el inexplorado e inaccesible desierto yemenita en pos de una ciudad que ningún europeo ha podido ver jamás. Sin embargo, el vuelo no recibe autorización, los mapas son solo aproximados, la autonomía de la aeronave no supera las diez horas y la zona sobrevolada presenta todo tipo de peligros. Así, lo que empieza como una aventura geográfica, como la definirá el propio autor en sus memorias, se convierte en aventura humana. Las ruinas de la legendaria capital de la reina de Saba llevan a Malraux a enfrentarse con el misterio de la muerte y del frágil destino humano, y a interrogarse sobre lo más esencial de nuestra existencia. «Si Flaubert soñó con una escritura que se sostuviera por la sola fuerza de su estilo, Malraux se acerca aquí al ideal de una acción que se sostiene por la sola fuerza de la escritura. Una escritura llena de atrevidos movimientos en los que luce la vieja afición de Malraux por la prosa brillante y las asociaciones extravagantes.» Del prólogo de Ignacio Echevarría