Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Si tomamos un diccionario y buscamos la palabra ciencia veremos que antes de la definición aparecen dos letras: f. y s. Estas dos letras nos están indicando que ciencia es un nombre femenino y singular. Si ahora decidimos jugar con esas características de la palabra ciencia surge la pregunta que vamos a intentar responder a la largo de las siguientes páginas: ¿Es la ciencia en femenino algo singular? Para intentar responder a esta primera cuestión podríamos fijarnos en las personas que han sido laureadas con grandes premios en ciencia o en los máximos dirigentes de los centros de investigación más importantes del mundo. Si empiezas a leer sus nombres puede parecer que la presencia de las mujeres sí es algo singular. Pero, ¿es real esa situación? ¿son tan minoritarias las mujeres que trabajan en ciencia? A partir de ahí, podemos plantearnos una nueva cuestión si trasladamos al campo científico lo que hemos oído en múltiples ocasiones cuando se habla de la igualdad entre mujeres y hombres. Que se alcance la igualdad es cuestión de tiempo.