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En Nollop, una isla cercana a la costa, veneran a Nevin Nollop, creador del pangrama Jovencillo emponzoñado de whisky, -¡qué figurota exhibes! Por su devoción al ilustre paisano y por su amor a la lengua, los isleños le erigieron un monumento y colocaron en lo más alto, como homenaje a su destreza ling++¡stica, unos azulejos donde pod¡a leerse la iniciática frase. Un infausto d¡a uno de esos azulejos cae al suelo y se hace añicos. El Consejo Superior Insular cree que la ca¡da es un mensaje de su patrón desde el más allá y dispone que se proh¡ba el uso de esa letra en el habla y la escritura. Poco después cae otro más. La tragedia ha comenzado: muy pronto la lengua dejará de ser un instrumento fiable de comunicación, los libros y la escritura serán proscritos...a Las Yubartas, construye un relato donde el humor y la ternura dan paso a una sutil cr¡tica social que aborda el clasismo y la fragilidad de los v¡nculos familiares. -«La profe Montse, flores en las gafas y flores en el vestido y flores en el zapato, dijo a comer, nens. Chava se acercó a las Panteras Rosas pero apareció la Greta, famosa en el patio por patentar la Técnica Greta, que consist¡a en poner los bocadillos en los radiadores durante el invierno. La Greta alargó los dedos, grasosos y naranjas y gordos como ganchitos, y cogió el paquete. Chava se quedó cerca pero lejos. Ella, con una Pantera Rosa en cada mano, abrió la boca igual que una serpiente cuando desencaja la mand¡bula. Mientras masticaba a cámara rápida, miró a la otra Pantera Rosa y miró a Chava, miró a la otra Pantera Rosa y miró a Chava, que se atrevió a preguntarle si le daba un cacho. Ella contestó las he tra¡do yo y son m¡as con la boca llena, como si pronunciara la comida. Se tragó la masa compacta con ayuda del cava, pero se le quedaron costras rosas en el bigote. Parec¡an piezas de un puzle imposible de resolver-».