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«Todas las cosas nos son ajenas;ásolo el tiempo es nuestro.»áL. A. SénecaÉrase una vez un tipo corriente que vivía en un sitio aleatorio, enáun pisito común, con una hipoteca de por vida. Nada fuera de loánormal. Salvo por una afición de juventud, quizás una obsesión: eláestudio del sistema reproductivo de las hormigas de cabeza roja,áal que no podía dedicarse por falta de tiempo y que, con el paso deálos años, resultaría ser... ¡una bomba de relojería!«¡Ay, si fuera dueño de mi propio tiempo!», se lamentaba nuestroátipo corriente.Este es el protagonista de nuestra historia, un ciudadano anónimoáque, con una irracional idea de negocio en la que nadie cree,ápone en jaque a la sociedad de consumo. Un tipo corriente queádemuestra que cualquier sistema económico que no respete losáderechos esenciales de los individuos está abocado al fracaso.Con una ácida e irónica visión de la empresa, del mundo industrialáy del advenimiento del marketing de masas, Fernando Trías deáBes nos recuerda que son los ciudadanos quienes sostienen lasáeconomías y que puede llegar el día en que los productos de consumoáse conviertan en armas para una rebelión silenciosa de laágente contra los excesos y la irracionalidad del sistema.Con este libro, el lector adquiere mucho más que unas páginasáimpresas, escritas con inteligencia por un autor de reconocidoáéxito y encuadernadas en un bonito formato.á¡Está adquiriendo tiempo! ¡Su tiempo!«La vida es, en esencia, tiempo. Fernando Tríasáde Bes nos ofrece una sátira que es una generosaáinvitación a la reflexión, una llamada aárecuperar nuestro activo más valioso: nuestroátiempo. O mejor dicho: nuestra vida.»áÁlex Rovira, coautor de La Buena Suerte«El Vendedor de Tiempo es una divertida historiaáy un excelente ejercicio de economíaárecreativa. Vale la pena dedicar un tiempo aáleerla. y otro tiempo a reflexionar sobre ella.»áFerran Soriano,ádirector ejecutivo del Manchester City F. C.«Esta novela es un extraordinario ejemplo deálo que le sucede a una economía cuando no seáasegura el funcionamiento libre de los mecanismosáque equilibran los mercados, un ejemploádel desastre que se avecina cuando no seápermite a los precios moverse con libertad,ácuando se obliga a pagar por las cosas queádeberían ser gratuitas o cuando se imponenáimpuestos innecesarios a una sociedad.»áXavier Sala i Martin, Columbia Universityá(Nueva York) y Fundación Umbele.áPremio Rey Juan Carlos de Economía