Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Desde que cayera en desgracia a raíz del escándalo de las escuchas ilegales del Gobierno Mitterrand, Laurent Grenadier vive exiliado en Manama, capital del Emirato de los Dos Mares. Allí se encarga de entrenar a la guardia personal del príncipe heredero, puesto de influencia que le permite dar rienda suelta a sus tres grandes pasiones: el alcohol, la violencia y las mujeres. Pero su suerte comienza a torcerse cuando acepta investigar la desaparición de Yasmina, una muchacha chiita de 16 años. Caso que coincide con la visita al Golfo de dos parlamentarios franceses necesitados de un favor para no perder la jugosa comisión derivada de la venta de unas fragatas de guerra a Arabia Saudí. Lentamente, Grenadier se irá introduciendo en el corazón de una tormenta en la que la política se da la mano con el asesinato y el terrorismo. Una conspiración que podría costarle no sólo el favor de quienes le protegen, sino su propia vida. Jean-Pierre Perrin ha facturado con Le Paradis des Perdantes una novela negra de ritmo frenético, pero también una contundente obra de denuncia contra los grandes males que asolan el Golfo Pérsico: violencia machista, corrupción política y fanatismo religioso.