Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
El gran clásico de la literatura española que sigue enseñándonos a vivir mejor tras más de cuatro siglos, en una edición de lujo ilustrada. «El libro más útil jamás escrito». Arthur Schopenhauer Hay libros capaces de cambiar el mundo. El arte de la prudencia es uno de ellos. En él, aún cuatro siglos después, encontramos enseñanzas sobre asuntos cruciales de nuestra vida cotidiana, desde cómo elegir amigos que no sean unos completos idiotas hasta cómo sobrevivir en la selva humana del trabajo sin ser devorados por jefes incompetentes. Política, trato social, discreción, diplomacia, cómo fingir, cómo callar, cómo saber retirarse a tiempo? La prudencia es una mezcla bien escogida de discreción, cálculo y picardía, y cultivar su arte nos mejora la vida desde lo más intrascendente hasta lo más elemental. En estos trescientos aforismos, Baltasar Gracián condensa toda su sabiduría: sus páginas enseñan a vivir con lucidez en un mundo donde los ingenuos son devorados.Han dicho sobre El arte de la prudencia: «Prudente no es quien impone, sino quien observa; no es el que habla primero, sino el que calla a tiempo».Jorge Freire