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Con este titulo realista y simbolico a la vez, la novela pretende ser un acercamiento al espacio de la paternidad. Un hijo que apenas ha conocido a su padre decide escribir su vida apoyandose no tanto en unos recuerdos, que son solo jirones vaporosos del pasado, sino en su deseo de reinventarse una figura en la que poder vivir una experiencia que le es desconocida: la de ser hijo de un padre. El relato, con un aparente aire autobiografico, no es tal, al ser el motor de la escritura autobiografica el recuerdo, y el motor de la novela que aqui leemos el deseo: un deseo que se crea un padre a su medida, para glorificarlo y condenarlo; pero tambien para asegurarse su propia supervivencia. La novela esta narrada en dos niveles temporales, el del hijo que inventa al padre y nos cuenta al mismo tiempo sus andanzas a lo largo del año que dura su invencion, el llamado año de los tulipanes, y el del padre, cuya vida nos es contada desde su nacimiento hasta su aniquilamiento fisico y moral, atravesando su trayecto vital, como era de esperar, una guerra civil fantasmagorica, contada tanto en clave patetica como en clave comica, pues en los recuerdos del padre esta fue la unica manera de conjurar el terror.