Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
No es frecuente apartarse de los caminos trillados para abordar una realidad tan abrumadora como la pandemia de la Covid-19, y eso lo consigue en esta original obra el profesor y escritor Alejandro Gándara. Por una parte, es un libro escrito desde la perplejidad del hombre confinado que, desubicado, busca comprender con detalles de la vida familiar, los vecinos y la ciudad que contempla desde la ventana. Pero sobre todo es una obra que busca desplazar la atención a «la visión que nuestras fuentes culturales y espirituales, principal pero no exclusivamente griegas, ofrecieron ante las mismas y a menudo mayores dificultades», un legado que hemos ido olvidando.Entre la Ilíada y Platón, entre Edipo y el oráculo de Delfos, o Aquiles, Príamo y Odiseo, Gándara ofrece destellos de una luminosa lucidez, como si aquellos griegos inaugurales hubieran intuido cómo afrontar una situación tan devastadora. El autor salpica además el texto de acertadas y concisas pinceladas sobre el mundo actual ?desde el papel de los medios de comunicación o los políticos al contagio de un pensamiento ideologizado?, pero sin renunciar a un registro íntimo, de la biopolítica que mutila a Eros, de la dudosa cualidad de las cifras, de la cuantificación, como reflejo homogeneizador del dolor, la soledad y el desamparo.