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Es frecuente que las cartas de un autor se releguen al final de sus obras completas, junto con los documentos biográficos. En el caso de Jovellanos, sin embargo, el profesor Caso González les dio un lugar preferente, después de los escritos puramente literarios. La correspondencia de Jovellanos ocupa, así, cuatro volúmenes: el II (de 1767 a junio de 1794), el III (de julio de 1794 a marzo de 1801), el IV (de abril de 1801 a setiembre de 1808) y el V (de octubre de 1808 hasta la muerte del prócer en 1811).Varias razones movieron al profesor Caso González a editar la correspondencia y el Diario antes que el resto de las obras de Jovellanos. Primera, porque consideraba que las cartas y el Diario eran en su conjunto lo mejor de cuanto había escrito el polígrafo gijonés. Segunda, porque Jovellanos no se limitó a escribir cartas de compromiso o sobre asuntos puramente familiares, sino que en ellas volcó por entero su pensamiento sobre infinidad de temas que le preocupaban. Tercera, porque Jovellanos era como corresponsal un auténtico humanista y seguía la vieja tradición, aunque con un detalle importante: sus cartas no estaban pensadas para la publicación. Cuarta, porque es tal la cantidad de datos que aporta la correspondencia para explicar otras obras, que éstas no se podrían entender correctamente sin disponer del conocimiento previo de dicha correspondencia. Iniciadas por José Miguel Caso González y editadas conjuntamente por el Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII (Universidad de Oviedo), el Ayuntamiento de Gijón y KRK Ediciones, las Obras completas de Jovellanos contemplan la aparición de quince tomos, según el siguiente plan: volumen I (Escritos literarios), volúmenes II al V (Correspondecia), volúmenes VI al VIII (Diario), volumen IX (Escritos asturianos), volumen X (Escritos jurídicos), volumen XI (Escritos políticos), volumen XII (Escritos sobr e educación y literatura), volumen XIII (Escritos económicos), volumen XIV (Escritos histórico-artísticos) y volumen XV (Escritos varios).