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«Mi papá es el mejor papá del mundo», leemos en las primeras páginas de Corazón de siete leguas, autobiografía ficticia de una mujer que narra los abusos sexuales a los que la somete su padre en su niñez y que, poco a poco, descubre cómo este trauma impregna y condiciona toda su vida posterior.Katharina Winkler ha recogido numerosos testimonios de mujeres que han sufrido abusos sexuales durante su infancia para componer Corazón de siete leguas, novela en verso ?comparable a Autobiografía de rojo, de Anne Carson? en la que ?en forma de monólogo interior? las canciones infantiles, el lenguaje de los cuentos de hadas y el pensamiento mágico de una niña que aún no tiene palabras para describir lo inefable desembocan en la descarnada descripción que la mujer adulta hace de unos hechos terribles, de su vergüenza y su soledad extremas, de unas heridas que, infligidas por un padre abusador y agravadas por una madre fría, permanecerán abiertas de por vida.Lírico y desgarrador pero alejado de todo sensacionalismo, el libro expone un delito que se comete innumerables veces al día en las familias de nuestra sociedad. Como ya hiciera en Cárdeno adorno, la autora encuentra una manera de expresar lo que nadie se atreve a decir, combatiendo así, con gran sensibilidad y arrojo, el silencio que envuelve el maltrato y el sufrimiento de niñas y mujeres que viven la violencia en el entorno de la familia y de la pareja.