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Plutarco nació en Queronea y vivió entre los siglos I y II d. C., cuando Beocia era una tranquila y oscura provincia del Imperio romano. Estudió filosofía en Atenas, la mejor universidad del mundo antiguo, y con los años iría reuniendo en su ciudad natal a un círculo de personas cultivadas, interesadas en la formación humana, creando una nueva Academia de inspiración platónica en la que se enseñaban las diversas ramas de la filosofía y en donde se daba especial relieve a la ética. Cómo sacar provecho de los enemigos y Cómo distinguir a un adulador de un amigo son en sí mismas un perfecto compendio del pensamiento de Plutarco en torno a un tema muy discutido en la tradición filosófica griega: la amistad. La primera diatriba analiza cómo debemos defendernos de los ataques de los enemigos para sacar un provecho moral de su encuentro. Así, los enemigos nos obligan a ser más conscientes de los defectos que han provocado su censura, consiguen que lleguemos a conocernos mejor y a saber ejercitar el control sobre nosotros mismos y nos enseñan a ser discretos frente a los reproches y a comportarnos mejor con nuestros amigos y familiares. En la segunda diatriba se razona sobre las diferentes maneras de distinguir a un adulador de un amigo y sobre lo necesarias que son para no ser perjudicados por aquel simulador que sabe imitar al amigo sin serlo.