Standaard Boekhandel gebruikt cookies en gelijkaardige technologieën om de website goed te laten werken en je een betere surfervaring te bezorgen.
Hieronder kan je kiezen welke cookies je wilt inschakelen:
Technische en functionele cookies
Deze cookies zijn essentieel om de website goed te laten functioneren, en laten je toe om bijvoorbeeld in te loggen. Je kan deze cookies niet uitschakelen.
Analytische cookies
Deze cookies verzamelen anonieme informatie over het gebruik van onze website. Op die manier kunnen we de website beter afstemmen op de behoeften van de gebruikers.
Marketingcookies
Deze cookies delen je gedrag op onze website met externe partijen, zodat je op externe platformen relevantere advertenties van Standaard Boekhandel te zien krijgt.
Je kan maximaal 250 producten tegelijk aan je winkelmandje toevoegen. Verwijdere enkele producten uit je winkelmandje, of splits je bestelling op in meerdere bestellingen.
Elsa Osorio fusiona en este nuevo y extraordinario libro de relatos las dos líneas de su narrativa: la fantástica-alegórica y la realista o de recuperación de la memoria. Y lo hace, por tanto, con cuentos escritos en dos épocas muy diferentes. «El hombre de Balmes», «Joy» o «Su pequeño y sórdido reino» surgieron durante el oscuro período de la censura en Argentina, en un tiempo de miedo, de obsesiones, cuando a las cosas no se las podía llamar por su nombre. Otros relatos, como «Siete noches de insomnio», «Llanto» o «El despromovido», fueron escritos veinte años después, cuando la realidad recobraba rostro e identidad; Pero todos ellos, aunque nos hablen de heridas difíciles de sanar ;pérdida de identidad, soledad, traición; y cuenten historias aparentemente sin salida, están abiertos a la esperanza. De ahí el título de este libro. Callejón con salida es, pues, el triunfo de la literatura en su sentido más noble: gracias a ella, la realidad, incluso en sus aspectos más sórdidos e inquietantes, se transforma en mensaje para aliviar a todos aquellos que, por motivos políticos o personales, tuvieron que enmudecer y no tenían ninguna salvación.