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Tras las paces hispano-otomanas de finales del siglo XVIII se inicia un periodo de buenas relaciones entre los que fueron los dos grandes imperios del siglo XVI, los cuales se acercarán a las potencias liberales de Europa Occidental y verán cómo los restos de sus imperios se desvanecen en el siglo XIX. El presente estudio es una relación de aquellos que estuvieron al frente de la legación española ante la Sublime Puerta durante la llamada Cuestión de Oriente. Durante este periodo España no amplió sus fronteras a costa de los otomanos, ni interfirió en sus finanzas y sin embargo jugó un importante papel como mediadora durante la Primera Guerra Mundial, al ser uno de los pocos países neutrales en Turquía que además contaba con una importante red de consulados. Los intereses españoles en el Imperio Otomano en aquella época eran el paso a través del canal de Suez, el cual facilitaba las conexiones con Filipinas y otros archipiélagos de la corona, así como la protección de los sefardíes otomanos, algo que estaba haciendo Francia con las escuelas de la Alianza Israelita Universal.